Hoy os traemos la boda de Esther y Manuel, que tuvo lugar el pasado 25 de junio de 2022 en Tomelloso, en la Iglesia Asunción de Nuestra Señora.
Después de la ceremonia, pusimos rumbo a Argamasilla de Alba, donde tuvo lugar el banquete y celebración en los Salones Mabel en Argamasilla de Alba.
Aunque la celebración tuvo lugar en 2022, 2020 era el año en el que se tenían que casar inicialmente. Concretamente, en septiembre de 2020. Es decir, tuvieron que posponerla casi 2 años. Ya en 2020 la novia tenía unas ganas locas de casarse y, por eso, el día 30 de marzo de 2020 decidieron que se casarían en septiembre de ese mismo año, pero, por razones de seguridad, acabaron moviendo la fecha.
Así que puedes imaginarte que llegaron al gran día con muchas más ganas y emoción. Y la verdad es que el día no pudo ser más perfecto. Esta boda nos dejó unas fotos en medio del campo con una luz preciosa y con un invitado de 4 patas especial, que no se quiso perder la celebración.
Boda Esther y Manuel
Antes de seguir con las fotos, te contamos un poco más sobre esta pareja. Esther y Manuel iniciaron su noviazgo gracias a unos amigos en común. Y, sin mucho más misterio, empezaron a hablar y a conocerse más y más. Casi 10 años después de ese día, llegó la boda. Por supuesto, estos años han estado llenos de buenos momentos, pero también de malos. Momentos que les han hecho más fuertes como pareja, porque “cuando se es feliz y hay amor, no hay obstáculo que no pueda superarse” (palabras textuales de la novia). Creemos que podrás ver reflejado ese amor en las fotografías.
Él, muy familiar, detallista y sensible. Ella, un torbellino, con mucha energía y vitalidad y con mucho carácter. Son el punto de apoyo y de equilibrio el uno del otro. Tal como dijo Esther: “somos los dos el mismo polo, haciendo un puzle que encaja a la perfección”.
Los dos esperaban que el día de su boda fuera un día mágico, rodeados de su familia y amigos. Un día especial y emotivo. En definitiva, uno de los mejores de su vida hasta el momento. Y, como puedes imaginar, después de 2 años de espera, los nervios estaban a flor de piel. Aunque, poco a poco, se fueron soltando y lo vivieron con muchísimas ganas e ilusión.
Una pareja que entró al salón al ritmo de “Don’t stop me now”, amantes de las motos y de los viajes. ¿Cómo va a pararlos nadie con la energía que desprendieron ese día?
A partir de ahora, esperan no entrar en la monotonía y ser felices con las decisiones que tomen juntos. Y nosotros estamos seguros de que así será.
